jueves, 8 de abril de 2021

Cuando mezclas slice of life con música

Prometí que esta vez tardaba menos y aquí estoy.

Hoy quiero hablar de la locura y joya que es K-On! Uno de mis géneros favoritos, si puede considerarse género, es el slice of life con chicas locas haciendo el gilipollas. Lo que denomino cariñosamente "hijoputismo adorable". K-On! es una de esas series.

Primero, ¿qué significa K-On? Pues es el club de música ligera donde están las protagonitas. Todo empieza con la loca de Yui, acaba de entrar al instituto y busca un club al que unirse. Al ver el panfleto de reclutamiento del club de música ligera decidirá apuntarse. Pero... Ella no sabe tocar nada. Bueno, literalmente dice que solo sabe tocar las castañuelas. Pero las castañuelas no las españolas que puedes tener más o menos arte, es como decir que sabes tocar el triángulo. Pero ahí va ella sin talento alguno musical a unirse. El problema es que el club necesita a una más o cierra. Total, entre las otras 3 locas convencen a Yui para que se una. Aquí empieza el descontrol.

Mio, Azusa, Ritsu, Yui y Tsumugi

Las 4 chicas iniciales son un poema cada una de ellas.

Mio es la seria, toca el bajo. Es seria, responsable, tímida, con ciertos miedos, es la que controla al resto. Aunque también tiene muchos puntos de caos, en parte por haber pasado tanto tiempo con Ristu.

Ritsu toca la batería y está muy loca, es puro caos, primero actúa y luego si eso piensa.

Yui es otro caos con patas. Obviamente hace piña con Ritsu.

Mugi es una chica rica, pero no presume de todo lo que tiene, en parte porque tampoco valora lo material como harían otros. Siempre está dispuesta a ayudar.

Luego cuando avanza la serie y pasan de curso se les añade Azusa, otra chica responsable que a veces pierde la paciencia por el caos de sus compañeras.

Como esto es un slice, que es contar el día a día de estas locas, pues cada capítulo es una pequeña historia de lo cotidiano del día a día. Veremos tonterías de todo tipo, pero con un humor muy curioso. No tiene desperdicio alguno. Yo muchas veces he tenido que aguantarme la risotada de turno porque lo veo por la noche y no es plan de despertar a todos con una carcajada. Poco a poco, según avanza la trama central que es ver cómo les va en el instituto, cómo mejoran como grupo, vas viendo historias varias de las chicas. Siempre con mucho humor.

Aparte de que mientras lo estás viendo te imaginas [yo al menos sí] que las mismas seiyuus [actrices de voz] se tenían que aguantar la risa mientras grababan todo, porque no es normal que aguanten el tipo en muchas escenas. Y como la serie también es musical, pues hubo eventos musicales y todo ese tema tiene el valor que merece. Como muestra, el grupo de seiyuus:


Aunque me quedo también con esta foto de Hiyo-chan como Mio:


Que esta serie me está durando mucho, no porque no me guste, al contrario, porque quiero que me dure porque cuando se acabe voy a tener un vacío interior que voy a sufrir. Por supuesto, esto va a salir en Bara [la duda ofende XD], cuando cierre otros proyectos, pero voy a cuidar este anime como se merece.

Poco más que contar de estas locas, la verdad. Pronto, más tonterías.

¡Gokigenyou!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.