viernes, 15 de octubre de 2021

Las locas del Kandagawa

¡Gokigenyou! Vamos con otra reseña, aunque esta va a ser un poco diferente, porque es un guilty pleasure mío muy curioso. Es una serie mala, pero con unas pocas cosas buenas. Por esas cosas buenas merece la pena verse, y por las cosas malas que son de traca, también merece la pena verse, porque te ríes de tan absurdo que puede llegar a ser.

La serie en sí es Kandagawa Jet Girls, serie corta de 12 episodios que sale de un juego muy loco de playstation. El juego en sí, igual que la trama, son carreras jet, un deporte loco absurdo donde los que lo pensaron tomaron drogas para idear el deporte, porque otra explicación no tiene.

En un primer vistazo bromeé sobre que sería como cuando en el programa “Un, dos, tres” Mayra Gómez Kemp ofrecía dos premios a los concursantes, o un premio fijo, o la caja, que podía ser cualquier cosa. Dije que este anime iba a ser la caja porque solo ponía, que era un proyecto multimedia y se veían parejas de chicas y parecía todo muy bollo. Efectivamente, ha sido la caja. Pero recordemos que en la caja podía caer cualquier cosa, ya fuera unas llaves de un coche o también podían caer cosas malas. Aún no sé con qué objeto comparar a esta serie, pero bueno, eso, un algo.

Ojo, avisos iniciales. Este artículo no va a ser muy correcto. Va a estar lleno de momentos “vaya si lo voy a escribir, sujétame la cerveza” y en otros momentos diréis “no se ha tomado la medicación”. Pero como he visto que varios artículos de este tipo son los que más gracia os hacen, he decidido no moderarme mucho. Obviamente no seré grosera ni maleducada, pero daré mi opinión sincera sin filtrar mucho.


La trama, que a ratos es una mierda porque van a lo que van [tetas y culos], es la siguiente. Rin es una chica de pueblo que se muda a Tokyo para participar en su deporte favorito, las carreras Jet. Las carreras Jet se corren en parejas. Iba a decir que te corres en pareja, pero decidí ser buena. Una es la piloto y otra dispara. La que dispara debe desestabilizar al rival y si daña a la moto de agua de la otra pareja, les daña el equipo. Que encima es en motos de agua súper tochas y ellas van en un bañador que tapa mucho, por supuesto.

Otras cosas malas, que es todo tetas y culos. Sí, ya lo dije, pero es que son muchas tetas y culos. Y el deporte que practican es absolutamente absurdo. Podría decir que esto es lo que le da calidad, pero es mentira.

Empiezo a ser buena. La serie en sí pertenece al proyecto multimedia de un juego de la PS4, del mismo nombre. En el juego vas pilotando y disparando al rival. Obviamente un atractivo es ver a las chicas ligeras de ropa. Vuelvo a ser medio mala, a pesar de todo, la serie tiene mejor argumento que otras series que han creado más fans. Y no miro a ninguna fresa hormonada.

Cosas muy buenas que tiene Kandagawa. Y cuando digo muy buenas, lo digo sinceramente.

Uno, el deporte es absurdo pero mola. Cada una de las chicas tiene un arma diferente. Normalmente usan escopetas o rifles, lo normal. Pero hay una con un bazooka. ¡Un puto bazooka! Osea, alguien decidió que en una carrera de velocidad y precisión un bazooka era un arma adecuada. Espera, que dije que esto eran cosas positivas. Y lo son, lo son. Que sí, porque la mierda de las carreras son entretenidas de ver. Como nunca sabes qué gilipollez se les va a ocurrir, no puedes predecir nada. Ahí tienes un factor sorpresa añadido. ¿No es positivo que te sorprendan?

Obviamente esto no es lo mejor, no. No estoy tan loca. O eso me dicen las voces de mi cabeza, 4 de 6 dicen que no está la cosa tan mal.

Realmente lo mejor de la serie es la relación bollo entre Rin y Misa. Rin es la chica de campo que va a la ciudad. Ahí conocerá a Misa que, por diversas circunstancias, terminarán siendo pareja en las carreras Jet, formando el Kandagawa Jet Girls. Si algo me sorprendió de la serie es que entre culos y tetas hay un argumento bastante tierno y dulce entre las dos chicas. Lo cual es muy atípico, porque una serie que cuando la emiten en la televisión censuran escenas donde salen desnudos y en el bluray la escena sale a todo lujo de detalles [modo María Patiño on, “tengo pruebas que demuestran…”] que aun así haya un argumento romántico que evoluciona y es bonito… No, no suele verse. La norma es que si la teta ocupa más que la cabeza, no esperes nada romántico y emocionante. Pero aquí hay tetas y romanticismo.


¿Qué nivel tiene ese romanticismo? Pues es muy curioso de ver. Rin sí tira los trastos a su manera a Misa. Se acercará mucho, querrá tener confianza con su compañera, no mantendrá las medidas de seguridad ni nada de eso. Que tampoco es que se lance en pelotas a Misa, no es eso. Misa al comienzo es la típica persona fría que pasa de todo y todos. Pero se dejará querer por Rin y tendrá momentos de celos cuando otras se acercan a su compañera. Es muy divertido ver cómo quiere tener un llavero a juego. O cómo quiere pedirle el número de teléfono, pero no sabe cómo pedirlo. O cuando Rin se pone mala con fiebre, que Misa se desvive por cuidar a su compañera.

Sinceramente, la serie tiene muchas cosas malas. Soy consciente y lo asumo. Pero también tiene mejor argumento romántico que otras muchas series. Y esto lo digo de corazón. Si me dan a elegir entre algunas series, según qué series estén en la lista, Kandagawa quedaría en puestos altos. Aun siendo una mierda. Pero es que las hay peores, sinceramente. Y esto lo dice una de las mayores fans de Marimite, que menudo contraste mi jardín de rosas con estas locas en motos de agua.

Que yo vine por el deporte absurdo como en Two Car, pero me quedé por un yuri romántico y bonito. Aparte del deporte absurdo, por supuesto. Y ahora mismo admito sin problemas que me lo pasé muy bien haciendo esa serie.

Y poco más que añadir, la verdad. Mi sincera opinión es que le deis una oportunidad a esta locura, que hay yuri bonito entre teta y teta. Y si tenéis la ps4, tenéis un juego de carrera y disparos disponible.

Pronto, más entradas.

¡Gokigenyou!!

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